A diario, el mundo de las drogas nos demuestra que, bajo determinadas circunstancias, los seres humanos somos capaces de ser sumamente destructivos. La influencia de una pequeña dosis del amplio espectro de sustancias ilícitas puede tener consecuencias indescriptibles, por eso en Clínica de rehabilitación de adicciones ICARIA a diferencia de otros centros de rehabilitación para drogadictos en Puebla trabajamos bajo un sistema que nos permite conducir a nuestros pacientes hacia una vida libre y más feliz. Y es que los productos psicoactivos se adueñan de su vida, invaden su cuerpo, mente y espíritu hasta dejar irreconocible su reflejo al mirarse en un espejo.
El hábito de la drogadicción, en pocas palabras, les quita la libertad sin tener que estar encerrados. Desde luego, no todas las drogas son igual de adictivas para el organismo, ni acaban con la calidad de vida tan rápidamente. Por lo general, aquellas que son consumidas por la población vulnerable, de escasos recursos económicos, son las más tóxicas y radicales en el cuerpo. En este artículo, en específico, vamos a hablar de una sustancia conocida como crack, que se cuenta entre las variantes más nocivas y populares de la cocaína.
«La droga de los pobres»
Pese a parecer una acepción muy despectiva, así es como se le conoce al crack, droga que ha ganado una triste prevalencia en los últimos años. Esta variante de la cocaína se elabora al hervir clorhidrato de cocaína y bicarbonato de sodio. Una vez que el agua se evapora, queda en el fondo del recipiente un montón de cristales que son los que generan adicción al consumirlos. Por lo general, el crack se comercializa de manera ilícita con un aspecto muy particular, pues parece una piedra compuesta por vidrios minúsculos y que, pese a ello, crean un polvo rápidamente. Además, pese a que se asocia al blanco, estos cristales pueden adoptar cualquier coloración imaginable, dependiendo de su grado de pureza.
Síntomas que provoca
La drogadicción suele tener efectos que se perciben a corto plazo, con un impacto significativo en el aspecto y la conducta. El modo en que se comporta el crack no es muy diferente de otras sustancias, como la propia cocaína o la heroína, debido a que produce sensación de euforia, placer, ataques de pánico, alucinaciones, insomnio, delirios persecutorios y paranoia. Asimismo, las repercusiones más serias abarcan signos críticos como convulsiones tónico-clónicas, brotes psicóticos y accidentes cardiovasculares.
En la práctica, en Clínica de Rehabilitación de Adicciones ICARIA y algunos de los centros de rehabilitación para drogadictos en Puebla hemos podido comprobar que las personas que consumen crack cumplen con todos los rasgos propios de quienes dependen de una sustancia hasta tal grado que harían cualquier cosa con tal de obtenerla. Entre esas conductas preocupantes, que ameritan apoyo profesional inmediato, se encuentran los intentos de robo, desestructuración de los horarios y diversos problemas para mantenerse en el puesto. Lo más delicado de ello, no obstante, radica en el deterioro de las relaciones afectivas y sociales, incluyendo las que involucran a familiares y amigos.
Respecto al cuadro sintomatológico social y emocional, cabe mencionar las alteraciones del estado de ánimo y negación del problema, debido a que revelar abiertamente esa debilidad puede ser un impedimento para seguir consumiendo crack. En sus breves momentos de euforia, los consumidores de esta droga muestran alegría plena, capacidad para relacionarse abiertamente y confianza en sus propias capacidades hasta extremos delirantes. De modo que, en cuanto más tiempo pasen consumiendo crack, ustedes o su ser querido, peor va a ser su pronóstico y más difícil será permanecer lejos de dicha sustancia.
El poder del crack
Las clínicas de rehabilitación en Puebla tenemos claro, por ende, que el crack es una de las variantes de la cocaína con efectos más potentes sobre el cuerpo. Por una parte, esta sustancia penetra en el cerebro de una manera más rápida que la cocaína convencional, hasta el punto de entrar en contacto con las células nerviosas del encéfalo y exacerbar los estímulos en cuestión de segundos. Pero, a la par de ello, ese pico o subidón es muy breve, porque dura solo 15 minutos, desapareciendo abruptamente y generando agotamiento.
Su corta duración se debe a que, al producirse los efectos de euforia y placer por la presencia del crack en el organismo, el cerebro se inunda de dopamina, neurotransmisor que, lejos de estabilizarse, cae en picada hasta niveles inferiores previos a la ingesta. De modo que, tal como hemos podido explicarles en ICARIA, el mejor de los centros de rehabilitación para drogadictos en Puebla, el crack deja solo devastación a su paso, con un placer fugaz que destruye familias, rompe vínculos y acaba con la salud de los consumidores.
Confíen en ICARIA
Al ser el mejor de los centros de rehabilitación para drogadictos en Puebla, nuestros valores están orientados a brindarles apoyo y tratamiento de calidad para superar su dependencia a una sustancia. Soliciten más información a través del correo contacto@icaria.mx, llamando al teléfono (221) 102 2196 y (222) 189 5867 o usando el chat en vivo.