Como Ícaro, el personaje de la mitología griega que se arriesgó a volar tan cerca del sol y acabó por quemar sus alas y precipitarse al vacío, el consumo de metanfetaminas o «cristal» es un coqueteo con la muerte. Cuando buscamos ayuda para rehabilitar a un ser querido o familiar con problemas de alcoholismo o adicción, encontraremos la mejor oferta de atención como los anexos en Puebla y las clínicas de rehabilitación de adicciones, de entre estas sobresale ICARIA, Clínica de psicoterapia y rehabilitación de adicciones, pues somos un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, que hemos podido ver de primera mano los estragos que causa esta potente droga, las vidas que se cobra y las familias que destruye. Lo lamentable es que muchas personas no necesitan ver series televisivas como Breaking Bad para comprender lo que esto significa, porque están en primera fila, viendo cómo esa sustancia tan adictiva acaba poco a poco con su vida o con la de alguien muy querido.
La buena noticia es que no todo está perdido. En las narraciones griegas sobre Ícaro, Dédalo, quien era su padre, y a quien ayudo a construir el laberinto de Creta, las alas que usaron para escapar de la isla de Minos representan la esperanza, la libertad. El problema es que la dependencia de las drogas constituye un concepto deformado de la libertad, una salida fácil para las vicisitudes, que deteriora el cuerpo y la mente, cavando un camino sin retorno a la tumba. Por ello, lo que necesitan ante una situación tan compleja es el apoyo tanto médico como humano que podemos brindarles en ICARIA, donde la esperanza es tanto nuestra base como el objetivo por el que trabajamos. Estamos enfocados en brindar tratamiento de calidad, residencial o ambulatorio, a personas como usted, determinadas a recuperar su vida o la de su ser querido.
¿Qué son las metanfetaminas?
¿Qué sabemos en ICARIA, el mejor de los centros de rehabilitación para drogadictos en Puebla sobre el cristal? En los últimos años se ha convertido en una de las drogas más prolíficas, fama de la que nadie puede estar orgulloso. Sin embargo, los cristales de la metanfetamina no constituyen ninguna novedad, por el contrario, este ingrediente psicoactivo fue producido por primera vez en 1893 por el químico japonés Nagayoshi Nagai. Más tarde, en la década de los veinte del siglo pasado, los químicos se cristalizaron con la ayuda del ácido clorhídrico.
En principio, su utilidad era médica y militar, ya que los soldados de Wehrmacht tomaron los cristales durante la Guerra en el frente occidental. Al concluir el conflicto bélico, las metanfetaminas siguieron siendo muy fáciles de conseguir, recetadas como medicamento contra la depresión y el sobrepeso. No tardaron en verse sus efectos perjudiciales, ya que causaban dependencia severa, hasta el punto de que Estados Unidos optó por prohibirlas en 1970, aunque el mercado alemán continuó vigente con el nombre de Pervitin.
Pero ¿qué es lo que hace que esta poderosa sustancia sea, en pocas palabras, la receta de la muerte? La composición química de las metanfetaminas es bastante simple, ya que posee un estereocentro y dos variantes especulares. Una de ellas, la (S)-N-metanfetamina, tiene un mayor efecto que la otra, la R-N-metanfetamina, por eso se fabrica preferentemente.
¿Cuáles son sus efectos en el organismo?
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las anfetaminas son ilegales cuando se ingieren sin receta por parte del facultativo, tan solo con la finalidad de drogarse o mejorar el desempeño en alguna disciplina. En este caso, son conocidas como sustancias ilícitas o recreativas, que provocan una severa dependencia y pueden conducir a la muerte. En nuestra experiencia, como la mejor alternativa a los anexos en Puebla , hemos comprobado que las metanfetaminas son estimulantes para la mente, ya que, quienes han iniciado un proceso de rehabilitación con nosotros, hablan de un subidón de energía, aunado a una sensación de euforia y libido o deseo sexual potenciado.
Por otra parte, el cristal de metanfetaminas suprime el apetito y aumenta el ritmo cardíaco, al igual que la presión sanguínea, lo cual explica que su consumo derive en condiciones de salud muy graves. Al ser una molécula pequeña y liposoluble, su estructura es capaz de superar la barrera entre la sangre y el cerebro, penetrando fácilmente. Una vez que ingresa en el sistema nervioso, contribuye al aumento de la concentración de neurotransmisores como la serotonina y dopamina fuera de las neuronas, si bien las razones no están claras.
Las clínicas de rehabilitación en Puebla sabemos que, aparte de las consecuencias neurológicas conocidas, también se producen alteraciones conductuales de los pacientes adictos y efectos físicos severos, como pérdida de peso excesiva, caries dentales muy graves, caída de piezas dentales y llagas en la piel. Los problemas bucales pueden corresponder a una combinación de mala alimentación e higiene deficiente, así como resequedad oral y bruxismo, que deteriora el esmalte óseo de manera progresiva.
Finalmente, los efectos que hemos evidenciado a largo plazo y que hacen aún más manifiesta la necesidad de pedir ayuda profesional incluye adicción, episodios de psicosis que ameritan apoyo psicoterapéutico, alucinaciones, actividad motriz reiterativa, cambios tanto estructurales como funcionales a nivel cerebral, déficits de pensamiento, distracción, pérdida de la memoria, conducta agresiva, trastornos del estado anímico y, de acuerdo con ciertos organismos de salud, su abuso deriva en cáncer.
ICARIA, por una vida libre de adicciones
Somos la mejor opción de anexos en Puebla, capacitados para brindarles a ustedes y a sus seres queridos con dependencia las herramientas para sobrellevar el problema y retomar el control de su vida. ¡No están solos! Para solicitar más información los invitamos cordialmente a que se comuniquen a través del chat en vivo, llenando el formulario de contacto, llamando a los teléfonos (221) 425 3259 y (221) 102 2196 o escribiendo al correo contacto@icaria.mx. Estamos en calle 3 Sur 501, 72810 San Andrés Cholula, Puebla, México.